Opinión

¿Qué medidas se pueden promover para combatir la influencia de las Fake news en las elecciones?

Por Leandro Querido.

La forma en la que se hacen las campañas electorales ha cambiado de manera radical en la última década. Las legislaciones han quedado para regular a los medios tradicionales, pero los esfuerzos de los parlamentos y los órganos electorales siempre son extemporáneos. Es decir, se intenta regular analizando los hechos sucedidos, cuando estos ya tienen consecuencias irreparables, y siempre se está detrás de los nuevos fenómenos que afectan la opinión pública en el contexto electoral.

Los medios de comunicación no tradicionales son esquivos a las regulaciones; de hecho, es parte de su esencia ser efímeros. Esto tiene como correlato una incapacidad para capturar el fenómeno, para anticiparse y para normarlos.

Ya queda muy lejos la primera elección de Obama en 2008, que rompió los esquemas de las campañas tradicionales. En aquella ocasión se habló por primera vez de la influencia de las redes sociales en unos comicios masivos, aunque en aquel momento su uso era totalmente distinto al que presenciamos hoy en día.

10 años después de aquella elección, se haría pública la estrategia de Cambridge Analytica para acceder a datos de usuarios de Facebook a través de un test de personalidad que fue diseñado por el profesor de la Universidad de Cambridge, Aleksandr Kogan.

La metodología fue que los usuarios de Facebook que completaran este test, tenían que dar permiso para que accedieran no solo a su información personal, sino a la información de su red de amigos.

Más de 265 mil usuarios lo completaron, y dado que dieron el permiso para acceder a la información de su red de amigos se pudo recabar la información de 50 millones de perfiles.

Christopher Wylie, ex empelado de Cambridge Analytica, explicó que usaron los datos de estos usuarios con los resultados del test y de esta manera establecieron un perfil psicológico de cada uno, de manera de hacer una campaña personalizada de noticias falsas.

Wylie señaló: “Imagina que estás navegando online y empiezas a ver un blog por aquí y un sitio de noticias por allá, que se ven creíbles, aunque nunca escuchaste hablar de él, y empiezas a ver por todos lados una cantidad de noticias que no ves en los grandes medios (…). Entonces empiezas a cuestionarte por qué los grandes medios no están cubriendo estas noticias increíbles que estás viendo en todos lados”.

En las elecciones de Estados Unidos de 2016, Twitter identificó 2.752 cuentas controladas por operadores rusos, y 36 mil bots tuitearon más de un millón de veces.

Por su parte, trolls crearon más de 80 mil publicaciones que alcanzaron a casi 130 millones de personas.

Al comprobar la influencia que esta estrategia había tenido en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos en el año 2016, se pusieron en tela de juicio las campañas de los eventos electorales más importantes del mundo: el Brexit, las elecciones en Francia, Alemania, México, etc.

Sin ir muy lejos, en las elecciones generales de Brasil del pasado 7 de octubre se hicieron múltiples denuncias de noticias falsas durante la campaña electoral, en este caso en Whatsapp.

Ante esta situación, el Tribunal Superior Electoral de Brasil anunció el pasado 10 de octubre el lanzamiento de un portal web “Aclaraciones sobre información falsa”, que tiene como propósito justamente corroborar las informaciones que se comparten de manera vertiginosa por las redes sociales.

Estas iniciativas son necesarias para garantizar que los votantes escojan sin ninguna interferencia o influencia a sus gobernantes, y si bien en este caso el potencial elector tiene que tomarse el trabajo de visitar un portal web para cerciorarse de la veracidad de la información que recibe, es un primer paso para hacerle frente al fenómeno de las fake news.

Desde las empresas que diseñan soluciones tecnológicas para los procesos electorales también se brindan recomendaciones para combatir los perjuicios causados por la difusión de noticias falsas.

De hecho, la empresa Smartmatic, que provee tecnología aplicada a elecciones en varios países, ha desarrollado distintas iniciativas para ayudar a combatir las noticias falsas.

Específicamente en Filipinas tuvieron oportunidad de llevar a cabo varias acciones para este fin. Entre ellas, se dedicaron durante la campaña electoral a monitorear las noticias (con apoyo de una agencia local), invitaron a los periodistas a las auditorías y facilitaron la relación de ellos con las autoridades electorales, de manera que estas les brindaran toda la información necesaria; desarrollaron una campaña de educación al votante y de difusión del funcionamiento de la tecnología electoral; crearon una página web (PINOY FACTS) para identificar y desmontar las noticias falsas; usaron influencers para difundir las aclaraciones; e incluso diseñaron una campaña a través de las redes sociales para aumentar el tráfico de la página PINOY FACTS.

También podemos destacar el tratamiento que está haciendo sobre esta problemática el diario La Nación de Argentina. En reiteradas ocasiones ha denunciado que dirigentes políticos difundieron noticias falsas desde las cuentas de sus redes sociales. Puedo sumar además laals experiencias que destaca la especialista en redes sociales Marta Gaba, por ejemplo, en algunos países se han organizado propuestas como  ElectionLand (Estados Unidos) o CrossCheck (Francia) que son proyectos de verificación de noticias que surge de la asociación entre First Draft y el Google News Lab. Ambas propuestas han ganado el Online Journalism Award 2017.

Los efectos que generan estas campañas sucias en la institucionalidad democrática se encuentran en pleno estudio. Sin embargo, contamos con un elemento que destaca a primera vista. Cuando nos topamos con campañas de fake news que derivan en resultados electorales apretados (situación que se repite en las últimas elecciones en América latina) la legitimidad del candidato ganador no tarda en cuestionarse y esta situación ocasiona luego problemas de ingobernabilidad. En definitiva, atender de modo temprano la problemática de las falsas noticias también nos permite evitar futuras crisis políticas en las jóvenes democracias de nuestra región.

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